Agricultura Urbana en Antímano, Monte Sinaí (Agricultura en Caracas)
Antímano es una de las 32 Parroquias que conforman el Municipio Libertador del Distrito Capital Venezolano y es sorprendente que en un área tan urbanizada todavía queden espacios que se pueden aprovechar para la siembra.
En la comunidad Monte Sinaí desde hace tiempo se está poniendo en práctica la agricultura en distintas modalidades; desde la siembra en pequeños espacios comprendidos por los patios de las viviendas, hasta espacios que superan los 5.000 m² donde se están produciendo alimentos para la comunidad.
El equipo de Sembrando un País decidió trasladarse a esta comunidad para conocer estas experiencias de Agricultura Urbana Familiar, allí fuimos acompañados por la Periodista María Romero y la Técnica de Campo de la Fundación CIARA María Isabel Cacharuco.
Igualmente en nuestro recorrido por algunos de los espacios Agrourbanos de esta comunidad nos acompañaron varios de los productores y productoras agrícolas que allí residen. Queremos aprovechar para destacar que la comunidad Monte Sinaí está ubicada en la Parroquia Antímano de Caracas (Municipio Libertador, Distrito Capital).
Cabe destacar que trasladarse de un huerto a otro no resultó una tarea nada fácil, pero sin embargo nuestro esfuerzo rindió frutos ya que las experiencias que se dan en esta comunidad con respecto a la agricultura son muy positivas.
Primero tenemos que hablarles sobre el huerto de Rosa Calderón y Maximino Mero Mero, una pareja que decidió aprovechar productivamente los espacios comprendidos por el patio delantero y el traspatio de su vivienda para producir diversos rubros.
Este tipo de huertos tiene como principal objetivo abastecer de alimentos a la familia, y en caso de que las cosechas sean muy abundantes y quede un excedente, el mismo es comerciado a los vecinos inmediatos u otras personas de la comunidad.
Como los espacios son pequeños resultan fáciles de trabajar y atender, por lo que esta modalidad de agricultura urbana es muy recomendable para personas jubiladas, niños, niñas y adolescentes, al igual que para personas que desempeñan otras profesiones y tienen interés por la producción agrícola.
Para establecer este tipo de huertos lo primero que hay que tomar en cuenta es que al encontrarnos en una zona urbana el suelo seguramente no es apto para sembrar y por ello tengamos que mejorarlo o reemplazar las secciones donde vamos a cultivar.
El suelo puede ser mejorado con materia orgánica como estiércol (descompuesto), gallinaza, composta, humus de lombriz, etc. Se mejoran con materia orgánica suelos como los arenosos o calcáreos cuya materia orgánica sea muy pobre.
Por otra parte los suelos con gran contenido de arcilla (es decir la tierra amarilla o roja) tienen el inconveniente de que se empantanan con la lluvia debido a la impermeabilidad de la arcilla, produciendo con mucha facilidad encharcamientos que generalmente desembocan en la pudrición de las raíces de las plantas.
Por el contrario con la fuerte penetración de los rayos solares, los suelos arcillosos se secan al punto de formar terrones de gran tamaño y dureza que obstaculizan la penetración de las raíces en el terreno, lo cual retrasa significativamente su desarrollo.
El suelo arcilloso se puede mejorar mezclando arena (para mejorar la penetración del agua y desarrollo de las raíces) y un poco de materia orgánica previamente compostada o fermentada (para brindar mayor cantidad de nutrientes a las plantas). Para preparar este tipo de suelo también conviene utilizar herramientas como pico, escardilla o motocultor para soltar el suelo y evitar la formación de grandes terrones.
Igualmente se pueden reemplazar secciones del suelo no aptas para el cultivo, por suelo humífero, es decir tierra negra, tomando en cuenta que para producir hortalizas debemos reemplazar el suelo menos apto por suelo humífero a 30 ó 40 cm de profundidad, ya que en ese espacio es donde se ubicarán las raíces de nuestras plantas hortícolas.
Monte Sinaí cuenta con una gran ventaja para la producción agrícola, debido a que en esta comunidad se conservan varios suelos con buenas propiedades para la siembra, al igual que con espacios de gran extensión cuya producción es mayor y se puede distribuir a mayor cantidad de personas que la producción obtenida en los huertos familiares ubicados en los patios de las casas.
Así tenemos el caso de Humberto Ramírez, un productor agrourbano de esta comunidad que lleva más de 15 años cultivando estas tierras. En esta oportunidad conocimos su siembra de cebollas, que cuenta con 5.000 m² aproximadamente.
La producción obtenida en esta tierra por Humberto es distribuida al Mercado Mayorista de Coche, y a su vez se distribuye directamente a la comunidad en este mismo espacio productivo luego de ser cosechada.
Cabe destacar que al cultivar de manera extensiva en este tipo de espacios, se necesita abonar con mucha constancia el suelo debido a que se consumen con mayor rapidez los nutrientes del mismo, tal como sucede en los campos.
Igualmente no podemos dejar de mencionar que así como existen estos espacios en Monte Sinaí y otras comunidades de la parroquia Antímano, también en distintas áreas de Caracas y del Área Metropolitana de la Capital Venezolana existen terrenos donde la producción agrícola es posible e inclusive económicamente viable según la modalidad de cultivo que se utilice.
Cabe preguntarse si una ciudad capital como Caracas que aún conserva una buena cantidad de territorio cultivable, podría cubrir las necesidades alimentarias de sus habitantes aprovechando este tipo de espacios al máximo.
La repuesta a esta pregunta pudiera ser Sí, pero para que ello se convierta en una realidad viable hace falta que este tipo de actividades se consoliden en la conciencia de las personas, así como el apoyo constante y la creación de mecanismos de distribución de la producción por parte del Estado así como de los Gobiernos Regionales y Municipales; sin dejar por fuera cualquier iniciativa de la Empresa Privada, Cooperativas y Comunidades.
La repuesta a esta pregunta pudiera ser Sí, pero para que ello se convierta en una realidad viable hace falta que este tipo de actividades se consoliden en la conciencia de las personas, así como el apoyo constante y la creación de mecanismos de distribución de la producción por parte del Estado así como de los Gobiernos Regionales y Municipales; sin dejar por fuera cualquier iniciativa de la Empresa Privada, Cooperativas y Comunidades.
Nos gustaría insistir en el hecho de que Caracas tiene aún muchos espacios desaprovechados o mal aprovechados a los cuales se les puede dar mejor uso a nivel comercial, social, residencial y agrícola.
Igualmente en Venezuela ya hemos experimentado en épocas distintas las consecuencias de ser un país dependiente y con déficit en la producción de alimentos.
A parte de que tenemos la bendición de tener el suficiente espacio y suficientes suelos aptos en nuestras zonas agrícolas; nunca está demás la Producción Agrourbana, pues aparte de contribuir con la producción de frutas y verduras frescas, también constituye la posibilidad de cubrir terrenos o zonas baldías con plantas que producirán comida y oxígeno para nosotros.
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