Recomendaciones Agronómicas: Alimentación de Gallinas Ponedoras (Avicultura)
Lo primero que tenemos que mencionar en esta publicación es que alimentar gallinas que se crían para ponedoras no es igual que alimentar pollos para engorde, ya que a estos se les suministra alimento de manera constante día y noche, mientras que a las gallinas se les suministran entre 115 y 120 gramos de alimento al día.
También cabe decir, que en esta publicación, cuando utilizamos la palabra Alimento nos referimos a alimentos especialmente formulados para estas aves por especialistas o empresas que se dedican a producir alimentos avícolas.
Los alimentos especialmente formulados para gallinas ponedoras tienen que tener proteínas, vitaminas y minerales en perfecto balance, ya que un suministro inadecuado de alguno de estos nutrientes puede afectar severamente la producción diaria de huevos. Uno de los minerales que más influye en esto es el calcio; pues recordemos que la cáscara del huevo está conformada en buena medida por este mineral y si el ave no dispone en su cuerpo la suficiente cantidad del mismo no podrá producir huevos.
Aproximadamente a las 18 semanas, es decir a los 126 días de edad del ave, comenzará su ciclo productivo y es cuando necesitará un alimento especialmente formulado para la postura de huevos. En las granjas de levante o en las unidades de producción que reproducen y crían sus propias gallinas, la alimentación también debe ser controlada con la finalidad de que a las 18 semanas el ave esté pesando 1,6 Kg que es el peso recomendado para iniciar el ciclo de postura.
Una de las principales razones por las cuales se dosifican de esta manera los alimentos que se suministran a las gallinas es para evitar que al momento de la postura el huevo quede atrapado en el oviducto del ave debido a un excesivo volumen corporal (sobrepeso).
Otra buena razón por la cual se dosifica el alimento dado a las gallinas es que el sobrepeso aumenta el riesgo de ataques cardiacos en las aves y recordemos que el ciclo de postura de las gallinas puede durar 80 semanas, es decir unos 560 días en los cuales debemos minimizar la mortalidad.
Por otra parte si tenemos gallinas que están consumiendo menor cantidad de alimento, se corre el riesgo de que estas aves disminuyan la producción antes de tiempo debido a la falta de nutrientes, e igualmente esto también podría ocasionar que estas gallinas sean más susceptibles a enfermedades debido a su mala nutrición.
En este punto debemos tomar en cuenta, que al igual que otros seres vivos, las gallinas también competirán por los alimentos disponibles por lo cual no se deben ubicar gallinas muy jóvenes con gallinas de mayor edad.
Esto aplica de igual forma si se crían las gallinas en jaulas, corrales o en galpones con espacios exteriores donde las gallinas pueden salir durante el día; en todos estos casos no se deben ubicar juntas aves de diferentes edades para evitar la competencia por los alimentos.
Por ejemplo en cada grupo de jaulas todas las gallinas deben tener la misma edad y en caso de que exista la necesidad de retirar aves fallecidas e introducir aves nuevas, se deben introducir gallinas en edades muy cercanas a las que ya se encuentran en la jaula.
Es decir que si en una jaula con capacidad para 8 gallinas, tenemos gallinas con 30 semanas de edad y necesitamos introducir 2 gallinas nuevas, podemos introducir gallinas con 26 semanas de edad pero no gallinas de 18 semanas, ya que estas últimas serían muy jóvenes y las gallinas de 30 semanas de edad tomarían una buena porción del alimento que les correspondería a estas 2 gallinas de 18 semanas, lo que daría como resultado 2 aves que no obtienen una alimentación adecuada y 6 aves que presentarán un sobrepeso.
En el caso de los corrales y las granjas donde las gallinas pueden salir a espacios exteriores se recomienda igualmente que cuando se introduzcan nuevas aves al corral o al área de cría, se introduzcan gallinas de edades lo más parecidas posibles a las que ya se encuentran en el lugar.
También es conveniente para garantizar una buena postura y consumo adecuado de la alimentación de estas aves, mantener el área de cría aseada y evitar todo factor de estrés para las gallinas.
Durante todo el ciclo de producción la gallina debería engordar un máximo de 450 a 500 gramos, por lo que su peso oscilaría entre los 2 y 2,1 Kg.
Si antes de terminar el ciclo de producción nuestras aves pesan mucho más de 2 Kg podemos decir que estamos teniendo un engorde no deseado, que puede traer como consecuencia para nuestras gallinas un aumento en las posibilidades de sufrir un ataque cardiaco o que sus huevos se atoren en el oviducto.
El alimento se debe guardar en un lugar seco, ventilado y a la sombra, si el alimento se contamina no es conveniente darlo a las gallinas ya que podemos crearles condiciones adversas que afecten su salud. Por ejemplo si el alimento se guarda en un lugar con mucha humedad o donde hayan filtraciones de agua, se puede desarrollar musgo en el alimento; si damos este alimento en esas condiciones a las aves pueden sufrir de diarrea.
Pasadas las 80 semanas la producción de huevos merma considerablemente, a partir de este punto se puede mantener a las aves en producción pero los rendimientos son bajos, es decir podemos tener una postura de huevos cada 3 días.
Finalmente nos gustaría mencionar que las gallinas ponedoras pueden ser alimentadas con lombrices en caso de emergencia, es decir cuando por alguna razón no se disponga del alimento en la granja. Ciertamente no es una práctica recomendable para mantener una buena postura de huevos ya que para ello, como lo hemos mencionado con anterioridad, se requiere que la gallina adquiera vitaminas y minerales de forma muy balanceada.
Las lombrices pueden ser una fuente de proteína alternativa para nuestras gallinas, pero no bastarán para su alimentación; es necesario complementar con granos como el maíz o el trigo para permitir que nuestras aves mantengan en la mayor medida posible un peso entre 1,6 Kg a 2 Kg y no sufran de desnutrición. Sin embargo, como ya mencionamos anteriormente, la gallina necesita consumir diariamente una cantidad de vitaminas y minerales de manera balanceada para poder producir huevos.
Si bien es cierto que existen aún en la actualidad especies silvestres como el Gallus gallus bankiva (ancestro de la gallina y de los pollos domésticos) que son capaces de alimentarse por su propia cuenta en la naturaleza, si bien también es cierto que la avicultura antecede por miles de años a la invención de los alimentos balanceados; la producción de huevos a nivel comercial requiere de estos alimentos para poder garantizar que cada gallina sea capaz de poner un huevo diario, pues de lo contrario la gallina podría igualmente poner huevos (es su naturaleza) pero no se podría contar con una producción diaria, sino con la postura de 1 huevo en un promedio de 3 a 4 días.
Si por alguna situación usted se ve en la necesidad de alimentar a sus gallinas de una forma alternativa a los alimentos comerciales o alimentos formulados por algún especialista, lo mejor que podríamos recomendar es alimentar a las gallinas con lombrices, maíz, trigo, sorgo, soya y arroz; dando a nuestras aves estos ingredientes en la forma más balanceada posible y cabiendo destacar que uno de los minerales que necesitarán nuestra gallinas en gran cantidad es el calcio; pues recordemos que la cáscara del huevo está conformada en buena parte por este mineral, sin el cual las gallinas no producirán huevos.
Puede ser recomendable suministrar calcio a nuestras aves a través de suplementos que sean aptos para ellas, igualmente debemos tomar en cuenta que nuestras gallinas necesitarán generosas cantidades de proteína al día; recordemos que tanto la clara como la yema del huevo son ricas este nutriente.
Otra cosa que también se podría recomendar es mezclar los ingredientes anteriormente mencionados con el alimento balanceado para rendirlo, todos estos cambios en la alimentación deberían ser supervisados por un veterinario para poder asegurarnos que nuestras aves no estén mal alimentadas.
Recalcamos que estos métodos de alimentación alternativos para gallinas ponedoras son para casos de emergencia, donde no se disponga de alimento balanceado y cuando tampoco se cuente con la posibilidad de formular y fabricar por cuenta propia este alimento. Igualmente tenemos que decir que estos métodos alternativos no garantizan rendimientos en la producción en lo que se refiere a peso, tamaño y constancia de postura del huevo; recomendamos su utilización como una forma de impedir que nuestras gallinas sufran por hambre y desnutrición hasta poder adquirir el alimento balanceado.
Por otra parte si usted cría Gallinas Ponedoras Criollas traspatio sólo para consumo familiar, puede utilizar los métodos de alimentación antes mencionados como alimentación regular de sus aves; ya que en ese caso no necesitará contar con una producción de huevos que brinde un rendimiento económico para mantener una granja, sino con una producción que satisfaga el consumo de su núcleo familiar.